viernes, 21 de enero de 2022

VACÍO


Fotografía: Miguel Ángel González Carrillo

A pesar de los pesares, aunque la piel se nos ha ido endureciendo con los años, los embates de la vida y el sol justiciero, uno sigue sin estar preparado para las pérdidas, sobre todo las de aquellas personas que han derrochado generosidad e inteligencia. No estamos sobrados de nada, y menos de talento social.

Y lo peor es esta sensación de no estar a su altura, de que no vamos a ser capaces de llenar ese vacío, porque quien se ha ido es insustituible. Sí, hemos muerto muchas veces; cada vez que desaparece aquello que amábamos, aquella o aquel a quien admirábamos.

Pero siempre hay un día después, abierto, complejo, dinámico, sublime, para reconstruir los afectos y la inspiración. Decía Lao-tsé que la utilidad de una ventana no se encuentra tanto en el marco como en el espacio vacío que permite que la luz penetre en el interior. Con María, alma alpujarreña inmortal, hemos perdido un precioso marco, pero nos queda su luz.