miércoles, 21 de abril de 2021

FASES

 

Fotografía del autor

Siempre es recomendable comenzar un nuevo capítulo desde el desconcierto, desde la turbulencia. Dejar que el viento sople, arrastrando ídolos, impactando en nuestro rostro con toda la frialdad de una perturbadora revelación.

En efecto, la confusión tiene por costumbre alimentar caprichosas confluencias. Y hay que tener mucho valor para ir decantando toda clase de insuficiencias en la marmita, como tributo, mientras removemos en ella nuestras tripas a fuego lento.

Más o menos eso fue lo que sucedió hace un año, un once de abril. Nació Instinción Rebelión.

No recuerdo en qué fase se encontraba la luna.

Probablemente la simiente de este blog hubiera crecido más vigorosa si la hubiera plantado en cuarto creciente. Pero el caso es que llevo removiendo vísceras sin pudor durante un largo año, y creo que corremos el riesgo de que esto empiece a desprender rancios vapores.

Los ciclos naturales tienen la ventaja de estar siempre ahí, cuando los necesitas, cuando pierdes el rumbo. Todo lo que te rodea interpreta a la perfección la partitura de la primavera, la del cuarto creciente, la del estío, … todo menos yo.

Por eso no deja de ser recomendable ingresar en una nueva fase desde el silencio.

Dejarse empapar por un caudal inagotable de silencio.